Cultura Libre
Qué es la cultura de la era digital
“Que las empresas tengan especial influencia en la política significa que la democracia está enferma. El propósito de la democracia es asegurarse de que los ricos no tengan una influencia proporcional a su riqueza. Y si tienen más influencia que tú o que yo, eso significa que la democracia está fallando. Las leyes que se obtienen de esta forma no tienen autoridad moral, sino la capacidad de hacer daño.”
Richard Stallman (fundador de la Free Software Foundation)
“Creo que todos en este planeta tenemos un problema realmente serio, el que la Industria de los contenidos y la Industria de los medios se han integrado de tal manera que las mismas entidades que crean entretenimiento también controlan la infraestructura de las telecomunicaciones. Y tienen un modelo de información basado en los bienes industriales. Creen que no hay ninguna distinción significativa entre una idea y una tostadora, lo cual es una equivocación. Pero pueden imponer esa noción de una forma francamente efectiva en virtud de su propiedad de las propias redes de distribución, a través de las cuales viajan esas mismas ideas. Poseen las redes y creen que poseen las expresiones, los contenidos. Y ahora mismo es esta integración monopolística de la Industria de los medios contra lo que constantemente lucho.”
John Perry Barow (co-fundador y presidente ejecutivo del Electronic Frontier Foundation)
“La cultura libre no se define en relación a sus ‘enemigos’ (SGAE, RIAA, Microsoft y, en general, los llamados “guerreros del copyright”), sino a la noción de libertad y de procomún, es decir, de los bienes comunes, cuyo papel es cada vez más importante en la producción económica, social y cultural. La cultura libre no es capitalista ni tampoco anticapitalista, sino que resitúa lo que llamamos producción creativa, que pasa de un contexto exclusivamente mercantilista, estatal o privativo a otro más amplio, el de nuestra vida social y nuestra cultura política (como individuos y como ciudadanos), que no excluye el mercado pero tampoco lo supedita todo a él.”
Miquel Vidal (sindominio.net – barrapunto.com)
“No creemos que una actitud digital hoy sea “menos visible” en un escritor. El paso de la Olivetti al procesador de textos, que podría considerarse que acabó al inicio de los años noventa, ya había revolucionado el modo de componer un texto. El crecimiento de la red ha hecho el resto. La “recursividad” de la escritura (esto es, la posibilidad de modificarla infinitas veces sin destruir el soporte provisional, “poner en blanco”, tirar a la papelera, etc.), el final del “bloqueo del folio blanco”, la función corta-y-pega, la rapidez con la que se puede mandar el texto a otras personas para tener una opinión, la facilidad con la que se pasa del archivo al libro (¡antaño el manuscrito era recompuesto en una plancha en caracteres de plomo!), la mayor interacción entre escritores y lectores a través del e-mail, blog, sitios dedicados … Todo esto cambia radicalmente la psicología del escribir, el acercamiento a la palabra. Restituye al escribir su dimensión social.”
Wu Ming Foundation (escritores)
“Si el quiosquero de tu barrio te llamara delincuente a la primera de cambio, estoy seguro de que dejarías de comprarle. ¿Por qué es distinto cuando quien lo hace es una empresa mastodóntica o un superventas? ¿Por qué comprar discos o ir a conciertos de quien llama a sus fans “gentuza” o “ladrones” como hizo Aurora Beltrán? Si las multinacionales están demandando en EEUU a miles de personas por usar los aparatos que en ocasiones han sido fabricados por ellas mismas, ¿no es hora de decir basta? ¿Tiene sentido que financies a los que dicen que utilizarán sus recursos económicos para encarcelarte? La mera dignidad ciudadana exige poner el freno y dejar de comprar a quien quiere ponerte entre rejas.”
David Bravo (abogado, autor de Copia este libro, 2005)
“Dado que la digitalización y la intercomunicación en red nos permiten nuevos modos de comercialización, y dado que ha quedado suficientemente demostrado que el acceso gratuito a las obras no sólo no disminuye su valor de comercialización sino que lo incrementa, se debería centrar el debate en cómo modificar los modelos de negocio de modo que garanticen ingresos mayores a los Creadores (a la vez que se eliminan intermediarios innecesarios y oligopolios contrarios a la libre Competencia) en vez de ver cómo criminalizar al Consumidor, o cómo restringir sus derechos.”
Jorge Cortell (presidente de la Sociedad de la Universidad de Oxford Valencia)
“Lo que llaman negocio de música, no es hoy sin embargo el negocio de crear música. En algún punto del camino se transformó simplemente en el negocio de vender CD en estuchitos de plástico, un negocio que tiene los días contados. Pero esto no es una mala noticia para la música, y tampoco lo es para los músicos. En realidad, con todas las vías que se han abierto para llegar a la audiencia, nunca hubo tantas oportunidades para los artistas”
David Bryne (músico)
“El mayor constreñimiento a nuestras futuras libertades puede venir no del gobierno sino de los departamentos legales de las corporaciones, que trabajarán para proteger, por la fuerza, lo que ya sólo podrá ser protegido por la eficiencia práctica o por el consentimiento social general. Es más, cuando Jefferson y sus colegas iluministas diseñaron lo que devino en la ley americana del copyright, su objetivo primario era asegurar la vasta distribución del pensamiento, no del lucro.”
Gilberto Gil (músico y Ministro de Cultura de Brasil)
“Cultura libre es sobre los problemas que Internet causa incluso después de haber apagado el módem. Es una discusión sobre cómo las batallas que se luchan hoy en relación a la vida en Internet afectan a “la gente que no está conectada” de un modo crucial. No hay interruptor que pueda aislarnos del efecto de Internet…”
“Venimos de una tradición de “cultura libre”, no necesariamente “gratuita” en el sentido de “barra libre” (por tomar una frase del fundador del movimiento del software libre), sino “libre” en el sentido de “libertad de expresión”, “mercado libre”, “libre comercio”, “libre empresa”, “libre albedrío” y “elecciones libres”. Una cultura libre apoya y protege a creadores e innovadores. Esto lo hace directamente concediendo derechos de propiedad intelectual. Pero lo hace también indirectamente limitando el alcance de estos derechos, para garantizar que los creadores e innovadores que vengan más tarde sean tan libres como sea posible del control del pasado. Una cultura libre no es una cultura sin propiedad, del mismo modo que el libre mercado no es un mercado en el que todo es libre y gratuito. Lo opuesto a una cultura libre es una “cultura del permiso”–una cultura en la cual los creadores logran crear solamente con el permiso de los poderosos, o de los creadores del pasado–”
Lawrence Lessig (autor de Cultura Libre, 2004 y fundador de Creative Commons)
”Sin miedo a equivocarnos podemos decir que los procesos de producción de la creación artística contemporánea dependen casi exclusivamente de recursos públicos. Por esa razón, al hablar de dinero público, precisamente, se hace del todo necesario considerar fórmulas de acceso abierto, de circulación libre del conocimiento, en lugar de modos restrictivos de gestión de la cultura. Si en el mercado libre, copyleft puede plantearse como «una» opción, en lo público, copyleft debería constituirse como «la» opción.”(…)
Natxo Rodriguez en Copyleft, Manual de Uso
Somos testigos del mismo fenómeno que Michel Faraday observó por primera vez a comienzos del siglo XIX. Envuelve una bobina alrededor de un imán, haz girar el imán. La corriente eléctrica fluye al cable. Uno no se pregunta «¿cuál es el incentivo de los electrones para salir de casa?» Es una propiedad del sistema, inherente y emergente, tenemos un nombre para ella: la llamamos inducción. Si envuelves Internet alrededor de cada mente del planeta, haces girar el planeta. No es correcto preguntar: «¿Cual es el incentivo de la gente para crear?», hay que pensar que la creación es una propiedad emergente de las mentes humanas conectadas, es característica estructural de la mente humana.
Eben Moglen, Software Freedom Law Center
“Lo que no explicaron fue cómo se debería llamar a la institución en la que se explicaría a los niños que está mal compartir información; parece improbable que se pueda seguir llamando escuela a un sitio semejante.”
“Un dirigente de Microsoft dijo: «La salud de la industria del software [propietario n.d.A.] depende de una propuesta muy simple: nunca enseñes a nadie el código fuente de nada».
“Pero un sistema cuya continuidad depende de la universalización de la ignorancia para provecho privado es un sistema inmoral. Destruirlo es simplemente un paso más en la larga historia de la lucha por la libertad.”
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Diana Eguía Armenteros en Quevedo contra el copyright
Uno de los argumentos esgrimidos con frecuencia por los últimos Ministros de Cultura del Gobierno de España, así como por la Sociedad General de Autores, es la lapidaria amenaza de muerte que persigue a la cultura si no se pone freno a la copia. Sin los derechos de autor, cánones digitales, cierres de páginas de descargas, persecución policial de cibernautas, etc. los autores que producen cultura, nuestros artistas, morirán irremediablemente de hambre, devolviendo al homo hispanicus a un primitivo y peligroso estado precultural. Cabría preguntarse quiénes son estos autores y qué entienden por cultura, aunque este debate mejor se ubica en otro momento y lugar. De lo que voy a tratar aquí es de recordar someramente a uno de los artistas más alejados de cuestionamientos valorativos: don Francisco de Quevedo y Villegas, Caballero de la Orden de Santiago y Señor de la Torre de Juan Abad. Irónicamente, la SGAE reclama a esta villa castellano-manchega, que fue propiedad de don Francisco, el impago de los derechos de las canciones de su romería y del órgano barroco de su iglesia, donde se interpretan piezas de los siglos xvi y xvii….Leer todo el artículo en blogs.publico.es/fueradelugar